30/03/2017. Día lluvioso 2/Despedida de Pramilla.

Desayuno francés, French toast, muy rico, como las típicas rendillas del pueblo pero con pan Bimbo y le añaden plátano encima si quieres.

Pramilla y Shanta se van a Kathmandu muy temprano. Shanta volverá a la tarde pero a Pramilla ya no la veo porque se marcha dos semanas fuera a Pokhara a hacer un curso de permacultura y yo ya me marcho mañana por la mañana a Baktapur.

Las dos chicas se van después también a Kathmandu por lo que nos quedamos en la casa yo y el americano. 

Como tenemos tiempo libre, nos ponemos a trabajar con el bambú y hacemos vasos y pulseras.

Aquí la escoba que usan en la casa es parecida a las de antes que usaban nuestras abuelas de esparto, que es la que uso para limpiar las astillas y restos de bambú.

Despues vamos a Nagarkot, donde comemos en un bar por menos de tres euros y comida muy copiosa y rica rica. Yo pedí arroz frito vegetariano y sopa de noodles tambien vegetarianos, que me prometí no comer carne durante la semana en casa de Pramilla y por ahora lo estoy cumpliendo. Esto es la vista desde el restaurante.

Tras comer, vamos en busca del templo de Mahakali. En el camino nos encontramos con una chica mexicana que nos acompaña hasta allí. 

Después emprendemos el camino de vuelta a Nagarkot.

Y estando allí nos tomamos un té en una terraza con vistas a la montaña 

y emprendemos el camino de vuelta a la casa, donde paramos a hacer fotos de sitios que nos llaman la atención.

Y esta es la entrada a la casa de Pramilla.

Ya en casa, Cambo el americano me comenta que hay un sitio por visitar que no conozco cerca de donde estamos por lo que voy en su busca. Según lo que entendí, debía ser el Kali Devi temple y voy hasta allí donde había un grupo de gente cantando, supongo rituales hinduistas.

Al llegar a casa y hablar con Cambo, vimos que este no era el lugar que él comentaba así que quedamos en ir al otro lugar después de cenar.

Antes, me ducho, que no lo he comentado antes pero aquí el agua caliente escasea y solo se consigue haciendo fuego y calentando una especie de tetera gigante, por lo que las duchas son con agua fría…

Al cabo de un rato viene Shanta que llega de Kathmandu con su móvil nuevo muy contenta. Cenamos Dal Bad y al cabo de un rato vuelven las dos chicas que perdieron el último bus por lo que tuvieron que apañárselas para volver por otros medios.

Tras la sobremesa, yo y el americano nos vamos a tomar algo a un bar cercano para jugar al Cartom y de paso que me enseñe el lugar que no conozco, que al final es un Buddah gigante muy chulo.

De ahí vamos un rato al bar a mejorar nuestra técnica de juego, que es como las antiguas chapas en la calle y para las 22:00h estamos en casica.

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29/03/2017. Día lluvioso 1/ Photo session

No dormí muy bien hoy, puede que sea la ensalada o los snacks que comí pero bueno, no me encuentro mal.

No desayunamos más que un té ya que comeremos pronto. 

Como no hay nada que hacer por el mal tiempo, Pramilla y Santha se visten con trajes típicos nepalies y también visten a las dos chicas así que hacen una sesión de fotos improvisada.

Tras eso, preparan la comida, que hoy tocaba arroz con col, estaba rico.

Y tras la comida, ayudo a recoger y después Pramilla nos enseña a jugar a un juego típico nepalí, el «Bag chal» o «tiger move» en ingles. Está muy chulo, se parece al juego de las damas pero aquí las fichas son tigres o cabras.

Tras eso, vamos a dar un paseo y a tomarnos un té al Sunrise hotel, que esta vez parecía incluso más desértico que el primer día que fui y el que nos atendió no parecía que estuviera muy contento de estar allí..

Volvemos a casa, y ya a esperar la cena, que aquí los días pasan así, de comida en comida, aunque no tienen horarios fijos.

Tras la cena vino un vecino muy alegre y nos ameno la sobremesa cantando y bailando. Hubo una canción pegadiza «O Pani le’ cantada en Nepalí, que dura una eternidad y según parece habla de la bebida.

Hoy nos vamos a dormir en tiempo récord, a las 20h estamos en la cama, y además como se ha ido la luz en toda la comunidad, no podemos ni leer, ni tampoco tenemos internet por lo que en breve a dormir que mañana nos espera un desayuno estilo francés muy temprano.

28/03/2017. Visita Nagarkot/ Tortilla española

Cada día duermo mejor y se nota, a pesar de la cantidad de moscas que hay en la casa, durante la noche parece que sin luz también se adormilan y no se mueven ni se sienten, cosa que sí ocurre tras el amanecer cuando empiezan a revolotear alrededor y los que no tenemos el sueño profundo oímos el aleteo a su paso.

Hoy no desayunamos, tomamos solo un té y la comida sera temprano. Ayudo a preparar la ensalada que comeremos, con zanahoria, ajo, cebolla, cilantro, sal, pimienta y un chili para darle una picantez que tanto gusta por aquí. Será la primera ensalada que como en Nepal, a ver qué tal me sienta ya que es de las cosas que pueden crear infecciones intestinales por ser un plato que no está cocinado.

Tras la comida, los 4 «forasteros» que quedamos en la casa nos vamos a Nagarkot, a dar una vuelta y a comprar algunas provisiones, entre ellas huevos, ya que hoy toca preparar una tortilla de patata. Por el camino vemos varias plantaciones de bambú con el que hacen de todo, de hecho la estructura de la casa donde estoy está hecha con estas cañas.

Tras una media hora de camino llegamos a Nagarkot, sitio muy turístico por tener una de las mejores vistas del Himalaya pero que sufrió bastantes percances durante el terremoto del 2015. 

Compramos algo de comer, yo unos snacks típicos salados con una guindilla dentro. Las dos chicas se vuelven a casa pero junto con Cambo el americano decidimos quedarnos un rato más y llegar hasta el mirador que es una caminata de 1h monte arriba. Aquí se ve la torre-mirador.

A la bajada se acercan un grupo de chicos nepalies para hacerse fotos con Cambo ya que según dicen se parece al cantante Justyn Biber así que luego parte de la bajada la hacemos con ellos. Son de un pueblo cerca de Baktapur, Chango Narayan, que según comentan es muy chulo, por lo que me lo apunto por si puedo ir. Luego mirando en la guía, es un monumento declarado por la UNESCO patrimonio de la humanidad por lo que los chicos no exageraban.

Ya de vuelta en Nagarkot, me quedo a tomar un té nepalí en un bar y Cambo decide bajar directo a casa.

Le pregunto al camarero donde puedo comprar huevos y tras comprarlos, me vuelvo ya hacía la casa.

Al llegar, Pramilla me enseña como preparar el té nepalí. Hierven en agua un té negro fuerte especial que está preparado junto con azúcar y cardamomo. Aquí se le puede echar otras especias como pimienta. En el vaso echan primero leche en polvo y después el té filtrado.

Me llevaré a casa alguna bolsa de estas ya que creo que puede ser parte de mi nuevo desayuno.

Tras el té, es hora de preparar la tortilla, que ya sabía que iba a tener problemas al girarla ya que la sartén que tienen no es antiadherente pero bueno, procedemos igualmente.Este es el resultado final.

No es ciertamente mi mejor tortilla de patata ni de lejos, no se pudo obtener una bonita forma compacta y redondeada pero bueno, tiene buen sabor a pesar tambien de usar aceite de soja.

Tras la cena, un poco de charla y para las 21h ya se recogieron para ir a dormir. Me parece muy pronto y hago un poco de tiempo al menos hasta las 21:30h para irme a dormir. Por suerte a la tarde han  abierto como si digamos el falso techo de madera y la mayoría de las moscas han desaparecido, casi por arte de magia. Gran noticia, hoy se dormirá mejor sobretodo las horas del amanecer. 

27/03/2017. Día de Despedidas.

Tras tomar el típico té nepalí, que un día tengo que ver cómo lo hacen, nos pusimos a preparar el desayuno que esta vez fue “porridge” con plátano, azúcar de caña y canela, no estaba nada malo y tb algo de ground apple para acompañar que tiene un aire como a manzana pero es un tubérculo. 

Tras el desayuno llegaron las despedidas del danés, la inglesa, el indio y el alemán/chino. 

Lo que también me llamó la atención es que hay plantas de cannabis (marihuana) en el huerto.

Le pregunté a Pramilla para qué las usan (ya que aqui no fuman ni tabaco) y me dijeron que para muchas cosas, entre ellas hacer cuerdas, insecticida y también usan las hojas para hacer infusiones que son muy buenas para tratar determinados problemas digestivos.
Lo siguiente ya fue empezar con los trabajos de jardinería  trasplantando al suelo unas plantas de “lemon grass” que usan para hacer un té muy rico con un ligero toque a limón y también esta planta sirve para ahuyentar los mosquitos, que ahora no hay pero una temporada en el año se ve que aparecen. 

Un poco más de jardinería, también de fontanería y tras lo cual llegó la hora de comer donde​ Santha había preparado dhal bad, plato típico nepalí con arroz, salsa y verduras. Tras la comida fregamos los platos y como curiosidad, aquí tienen una forma de hacerlo particular ya que usan ceniza y jabón para ayudar a limpiar y desincrustar los restos de comida que quedan. 

Intenté echarme una siesta pero las moscas no me dejaron así que salí afuera a charlar, leer y echar una mano en el huerto donde esparcimos las hojas que recogimos el primer día por encima de la tierra ya plantada con coliflores. Esto lo hacen para evitar la evaporación de agua del suelo y también como compost para incrementar los nutrientes para las plantas. Recogí zanahorias y nos pusimos a preparar la cena con ellas, patatas, cebollas, ajos, tomates para una salsa y tortas chiabatta. Buena cena.

Un poco de sobremesa y para las 21:30h a dormir, que a partir de ahora duermo en una cama más grande en otra habitación que quedó libre tras la marcha del Danés esta mañana.

26/03/2017. Farm time!

Mala noche, de nuevo al cambiar de sitio, a ver qué tal mañana. Esta es la habitación.

Nos levantamos sobre las 7, y la pareja de ingleses se marchan hoy.

Tomamos un té, luego otro té nepalí con galletas, ayudamos a recoger hojas del bosque para usarse como aislante en el huerto y despues sobre las 11 a comer. Aquí es todo vegetariano y la mayoría lo producen en su huerta. Después estamos un rato a la tarde recogiendo raíces y tras otro té Nepalí, esperamos la hora de preparar la cena, sobre las 17:30h para que esté listo sobre las 19h.

Esta es la vaca del vecino de al lado.

A la tarde vinieron dos antiguos voluntarios que se quedarán esta noche y mañana van a Kathmandu, una chica inglesa y un chico de la India. También una chica alemana que pasaba por el pueblo se estuvo un rato en la casa y un chico aleman-chino que se queda hasta mañana.

Para cenar preparamos unos pancakes, (como tortas de harina), arroz y una mezcla de diferentes verduras especiadas. Estaba rico, y picante en partes iguales 🙂

Tras la cena, la sobremesa fue entretenida, Pramilla cogió como una especie de acordeón pero tipo un piano para tocarlo sentado y cantó canciones nepalies, españolas, hindúes, muchas de ellas compuestas por ella misma. Canciones que la mayoría no comprendía pero que parecían muy profundas y probablemente autobiográficas.

Después de la sobremesa, una de las chicas que vino al final propuso ir a un bar a tomar algo, cosa que se aceptó con agrado.Cuando llegamos, el local estaba cerrado pero el dueño nos abrió ya que vivía allí. Bebimos una bebida tradicional de allí, Roxy se llama, que parece agua pero luego tiene un sabor peculiar que no me terminó de gustar demasiado.

En el mismo local había otra entancia donde estaba lo que podríamos llamar el billar de allí ya que me lo recordaba un poco aunque en vez de bolas usan fichas que tienen que hacer caer por los hoyos que hay en las esquinas del tablero.

Se llama Carrom y si no fuera porque el tablero de juego es grande y no me entra en la mochila, me lo traía a casa porque es muy entretenido!

Ya de ahi, tras caer derrotado en tiempo récord contra uno de allí, volvimos a casa ya que se hicieron más de las 23h.

25/03/2017. Camino a la granja de Pramilla.

Tras levantarme sobre las 9, ducharme, recoger la mochila y tomarme el té ya tradicional nepalí para desayunar, fui a sacar dinero al cajero (8000 RPN, con 500 de comisión), y después de vuelta al hostal ya que a las 10:30h había quedado con el israelí para ir juntos a la estación Baktapur bus park a 15 min andando del hostal. 

Esto nos lo encontramos de camino y tras cruzar una calle de 4 carriles llenos de coches y motos pasando, llegamos a la estación de buses. Aquí cuando tienes que cruzar una calle puedes hacerlo por cualquier sitio ya que aqui no usan los pasos de cebra, si pasas decidido la calle, los coches suelen pararse, da la sensación que los peatones siempre tienen prioridad, estén donde estén. Aunque mejor ir con cuidado que hay bastantes accidentes y atropellos, si bien, visto lo visto, menos de lo que cabría esperar.

En la estación cogimos el bus hasta Baktapur, que nos costó 25 rupias, 0,25€, aquí el transporte público es muy barato.

Al llegar a Baktapur, nos tomamos algo en el primer bar que vimos y la verdad es que acertamos de lleno. El israelí se tomó 3 bebidas diferentes de tirón, debía estar sediento y yo un te nepalí como de costumbre. También pedimos una cachimba de paso 🙂 y dos zumos de mango.

Al salir, el chico que nos atendió, que hablaba muy bien inglés, nos acompañó hasta la parada de buses que van a Nagarkot, que es diferente a la que llegamos y allí el israelí se fue a conocer la ciudad y yo me quedé en la estación. Lo bueno es que el camarero que nos atendió me presentó a otro chico que estaba en el bus que resultó ser su hermano, por lo que me vino de perlas para no ir solo y además resultó que era aficionado al real Madrid, a CR7 y de hecho llevaba el escudo de Madrid en la tapa de su móvil, así que no me pudo caer mejor :). El viaje se hizo ameno pero un poco largo, son 8km y nos costó más de 1h. 

Y de precio, 40 rupias, (0.4€), por lo que en total con los dos buses me ahorré un montón,  no había prisa por llegar y el taxi me hubiera costado más de 20€, tuve suerte de conocer al israelí 🙂

Pare en el Sunrise Hotel, eran las 16h y como tenía tiempo hasta las 18h que había quedado en ir a la granja y además no había comido, fui a ver si me preparaban algo.

Muy rico tanto el té como los noodles de pollo, aunque estos últimos bastante picantes, a pesar de que le había pedido al camarero un plato expresamente ligero en picor. Esto costó 3€.

Las vistas desde el Hotel eran chulas, esta foto está tomada desde el interior.

Estuve después de comer en la terraza disfrutando de las vistas y organizando un poco el resto del viaje hasta la hora de encaminarme hacia la granja que estaba a 5 min a pie desde allí.

Seguí las indicaciones que me dieron en el hotel y a un lugareño y llegué a la casa, dobde estaba la dueña esperándome. Muy agradable el recibimiento. Luego al rato vinieron el resto de workawayers que están como yo allí. Había tres ingleses, una francesa, un danés y un americano. Muy agradables todos la verdad. 

La granja es sencilla pero tienen de todo la verdad. Aunque eso sí, el baño y la ducha están afuera en un cuarto independente de la casa principal, que ahora hace buen tiempo, pero no siempre es así…

Aquí como tienen unos horarios más basados en horas de sol natural, la cena fue antes de las 19h, por lo que me costó terminarme el plato, casi estaba haciendo la digestión de los noodles picantes! Y para las 21h ya estabamos en la cama, qué diferente del día anterior en el casino 🙂

24/03/2017. Swayambhunath (monkey temple)/Jardín de los sueños/Casino

Para ir hasta allí que está un poco alejado del centro, cojo un taxi que según me recomendaron, hay que regatear un poco el precio así que me puse manos en ello y de 500 rupias que pedía al principio el taxista hasta las 250 que le daba, llegamos a un acuerdo por 350. 

El taxi me dejó en la base de la colina donde se encuentra el templo y para llegar hasta allí hay que subir por unas escaleras que parecen interminables. Mientras iba subiendo pensaba cómo será el trekking por el Annapurna comparado con esto, aunque al llegar arriba el esfuerzo mereció la pena, había unas vistas espectaculares y todas las construcciones y edificios eran realmente impresionantes.

Le llaman monkey temple porque está lleno de monos sagrados:

Allí arriba di varias vueltas al templo en sentido horario  (como tiene que ser), y rodeando al templo están estos molinos sagrados que la más devotos los van haciendo girar.

Aparte del templo principal también  habia otras construcciones también muy interesantes

Los pisos circulares del templo representan las 13 etapas que el hombre debe pasar para alcanzar el Nirvana.

Cuando terminé de ver todo, me fui a tomar un té nepalí, que me está gustando mucho, con un pancake de chocolate en una terraza que pegaba a la stupa donde pude ver completa la figura de Buddah, con sus tres ojos (el superior que representa que todo lo ve) y la nariz que representa el número ek (1 en Nepalí), que representa la unidad.

Una vez abajo, en vez de coger otro taxi de vuelta, me fui andando para ver otra zona de la ciudad menos turística. Y por aquí también parece que se montan buenos embotellamientos.

Jardín de los sueños

Al entrar al jardín es como si cambiarás de un universo a otro, aquí es un remanso de paz donde (casi) no oyes los pitidos de fuera y todo es mucho más tranquilo, emana paz y sosiego. La verdad es que apetece quedarse aquí un buen rato para estar sentado o tumarse a descansar en el césped para recargar las pilas antes de volver a la «selva» de Thamel 🙂

Tras el jardín fui a comer al Gaia restaurant, esta vez comida Thai, arroz vegetariano con una bebida fría de Ginger y menta. Picante la comida pero rica como siempre y la bebida muy buena, menta en partículas muy finas que se iban acumulando en la parte superior.

Después fui al hostal a mi nueva habitación ya que la que tenía solo estaba reservada hasta esta noche pasada. La comparto con un chico israelí que me presenta a dos amigos suyos, un alemán Dennis y un español Jorge que están también en el hostal. Ayer estuvieron en un casino (que ganaron los 3 que fueron) y hoy van a volver así que me uno a ellos. A ver el otro lado de Nepal. Antes de ir al casino recojo la ropa de la lavandería, planchada y todo 🙂 

Al casino vamos en taxi y ya dentro hay buffet libre de comida y bebida gratis para todos los clientes así que cenamos todo lo que queremos y después vamos a la ruleta a ver qué sensaciones me da. Estos dos juegan, uno ganó y el otro perdió. Como era la primera vez que iba a un sitio así me pareció interesante, lo que no creo que hoy pueda pegar ojo un tipo que no se la cantidad de fichas perdió en nada de tiempo. En fin,….En mi caso como no jugué, ni gané ni perdí, como sé que no soy bueno con los juegos de azar, mejor quedarme como estoy. Tras eso, nos trajo el coche del casino a casa, como si fuéramos clientes VIP 🙂 Hacía mala noche, estaba cayendo un buen chaparrón, no quiero ni pensar cómo estarán mañana las calles…

23/03/2017. Plaza Durbar.

Esta vez me levanté un poco antes, sobre las 9, ya que he dormido bastante mejor, comí unas galletas que compré el primer día y me tomé un té nepalí en el hostal. Estuve hablando un rato con una chica americana «Heiley» que lleva casi dos meses en Nepal y me comentó que mejor si retraso el trekking porque hubo una nevada gigante hace poco y hubo gente que no pudo completar el circuito del Annapurna y tuvo que volver después de estar 10 días en camino.

Llevé la ropa a lavar y después de sacar 5000 NPR, (unos 50€, que me cobraron 5€ de comisión), me dirigí finalmente y directo para no perderme, a la famosa plaza Durbar.

Es impresionante, es una combinación entre reliquias centenarias que sobreviven al paso del tiempo y como los terremotos, la mano humana y las palomas van haciendo mella en ellas.

Y aquí estoy yo debajo de uno de los edificios que aguantaron el terremoto pero que necesitan sujeciones de madera para prevenir que se caiga.

Debajo de estas líneas está el templo donde vive Kumari, la Diosa viviente, que no la pude ver, pero aparece por una ventana a saludar en determinado momento del día.

Y aquí una buena muestra de la perfecta combinación entre una cultura milenaria y la modernidad

En esta parte de la plaza Durbar se ve bien el efecto devastador que tuvo el terremoto de 2015

Y aquí muestro más imágenes que llamaron mi atención.

Después fui a comer al lado, al Kumari restaurant que está en una calle muy transitada e interesante. Todo esto por unos 4€.

En ese mismo sitio estaba este cartel, que según parece, la San Miguel se está haciendo un hueco en la vida nepalí.

Y este otro, un festival psytrance en Nepal para las fechas que estaré por aqui. Habrá que meditar seriamente el acercarme 🙂

Tras comer fui al hostal un rato, después a buscar un ciber café para hacer unas gestiones que me costó lo mío encontrar uno y al final, después de patearme media ciudad, siguiendo los consejos de la gente que iba preguntando, me topé justo con uno en la misma calle donde había comido 🙂 🙂

De allí, ya camino a casa, pensé que a pesar de ser un poco pronto para cenar, las 19:30, ya que estaba por la plaza Durbar, podría aprovechar y comer algo por la zona. Miré la guía de Nepal y elegí uno con terraza con vistas a la plaza. Buena ubicación, aunque los noodles no llamaban mucho la atención. Y ya de alli paseando me volví al hostal a descansar.

Como me está gustando Kathmandu, me voy a quedar una noche más de las inicialmente previstas antes de ir al voluntariado, mañana cogeré una noche más en el hostal y así tengo tiempo de ir mañana a visitar algún sitio por los alrededores de la capital.

​22/03/17. Día 2. Primer día completo en Kathmandu.

Como no dormí demasiado, me he levantado un poco tarde, más de las 10h, espero que sólo sea hoy, la idea es levantarme pronto para aprovechar el día. Desayuné en el hostal, que tb se lo toman con muuucha calma y me fui a dar una vuelta por los alrededores, en el barrio de Thamel. Vaya bullicio y lío que tienen montado aquí, peatones, motos y coches van todos por el mismo camino y el más decidido es el que pasa, vaya desmadre.

Foto nueva

Aunque eso sí, las calles estrechas, decoradas con pequeños trozos de telas de colores cruzando de lado a lado y las tiendas que venden de todo lo imaginable, tienen mucho encanto. También​ la gente que te paran por la calle, te saludan, te ofrecen de todo, te intentan ayudar, vaya, un espectáculo, así como su técnica comercial que llama mucho la atención!

Tras el terremoto de 2015 muchos de los monumentos sufrieron grandes desperfectos, cosa que podemos ver conforme vamos paseando por el barrio. En cualquier esquina o escondido en una pequeña callejuela te puedes encontrar con monumentos grandiosos construidos hace muchos siglos, que son verdaderas obras de arte y que en muchos casos no tienen el trato y cuidado que debieran.

De hecho la ciudad está llena de palomas que la verdad no ayudan en nada para mantener en buen estado los monumentos, ya de por sí bastante degradados.

Tras la primera vuelta de reconocimiento, tal como había quedado ayer, intenté encontrar la agencia de trekking del que me acompañó en el taxi pero fue imposible, no hubo manera.

Y lo que es más curioso, nadie de la zona me supo decir donde estaba. Uno me mandó en dirección contraria para luego al no encontrarla ofrecerme su agencia 😚. Parece que hay mucha competencia en Nepal en cuanto a agencias de trekking se refiere…

Comí tb tarde, a las 15:15, en el Utsa restaurant, un menú tibetano vegetariano, tb uno de los platos era un poco picante, pero igualmente muy rico y para beber, te tibetano que era parecido al nepalí pero me gustó más el de anoche.

Después de dar otro paseo por la ciudad, fui al bar que me recomendaron las dos chicas que conocí el primer día, se llama Funky Buddah y de Funky no tiene nada, cuando llegué había un DJ pinchando música psytrance muy muy chula 😋.

Me encontré con las chicas del restaurante cuando iba paseando por la calle ya camino a casa, les agradecí el consejo del bar que me dieron y me dijeron que ya mañana se marchaban a Pokhara a hacer un trekking. Tambien me crucé a la mañana con el «voluntario» del aeropuerto, ya es casualidad! Kathmandu tiene 1 millón de habitantes.

Para cenar fui a un sitio también en Thamel (Yangling) y que me costó bastante encontrar, pregunté por él y me dijeron que lo habían cambiado de lugar y esta vez, por suerte, lo encontré a la primera. Me comí unos momos de pollo, que es el plato más típico de Nepal, aunque en la comida tibetana también los hay

Y unos noodles vegetarianos acompañados con un té masala. Pensé cuando vi los dos platazos que no me los terminaría pero mira, al final cayeron.

Tras la cena me vine paseando por la parte sur de Thamel camino al hostal a preparar el planing del día siguiente y a descansar.

21/03/17. Entre la riqueza absoluta y lo contrario.

Me levanté a las 8, recogí todo y me encamine hacia la puerta de embarque, unos 10 min Max, que gozada! 

Como tenía tiempo de espera hasta que saliera el avión, desayuné allí tranquilamente y ya cuando iba a ir a cambiar en una agencia algo de euros por Rupias nepalíes, para no tener que hacerlo una vez aterrizado en Kathmandu, ya la fila de pasajeros para entrar en el bus camino al avión se encontraba casi vacía así que pensé que mejor entrar ya y dejar lo del cambio de monedas para más adelante. Cosa que creo me vino bien al final.

El avión de Abu Dhabi a Kathmandu era un A330, más pequeño, tipo al de las aerolíneas de bajo coste. En este caso mi asiento coincidió al lado de una señora que creo no le van los viajes en avión…

El vuelo salió a las 10 y pico, duro unas 4 horas y llegué a Kathmandu sobre las 16h y pico (hay un desfase de 1h15min) respecto a Abu Dhabi.

En total, el desfase horario con España, que es GMT+1 en horario de invierno son de 4h45min. En esto los nepalíes (GMT+5:45) son muy suyos, ya que no quisieron tener el mismo uso horario que la India (GMT+5:30).

Primer contacto con Nepal. Gran contraste después de haberme alojado en un hotel en Abu Dhabi la noche anterior y ver la magnificencia de los Emiratos árabes Unidos. 

Ya sólo pisar el aeropuerto vemos que aquí las cosas van a otro ritmo. Después de hacer el visado (y pagar 100$) me encaminé hacia la recogida de equipajes tras lo cual nada más salir por la puerta principal, se avalanzan hacia ti supuestos «voluntarios» para echarte una mano en tus inicios en el país, en mi caso con el cambio de divisas y con el taxi. Como me dio la sensación que realmente no me daba la información que le pedía, con mucho  esfuerzo y ahínco, al final logré desembarazarme de él y fui a buscar por mi cuenta cómo conseguir rupias nepalies (NPR) y un taxi que no me sablara. Y creo que lo conseguí, cambié los euros que tenía y cogí un taxi con pago por adelantado (7€) que parecía oficial ya que lo recomiendan los de información turística en el aeropuerto. También creo que el taxi dio un buen rodeo camino al hostal pero bueno, así pude sentir ya de primera mano cómo es conducir en un embotellamiento constante. Me acompañó en el taxi un «amigo» del taxista que me estuvo ofreciendo durante todo el trayecto tanto rutas de trekking, visitas guiadas, transporte, vamos, de todo. Fue curioso el trayecto, era majo la verdad, así que quedé con él en ir a su agencia mañana para que me explicara todo con más detalle, de hecho me dejaron en la puerta del hostal. En Nepal me alojo los primeros días en uno de los hostales mejor valorados y tambien recomendado por una amiga que se ha recorrido toda Asia de tirón, pero que aún así no tiene nada que ver con el de la noche anterior 😊

El hostal está en el barrio de Thamel, lo mejor de lo mejor en Kathmandu. No pude empezar en mejor sitio. 

Este barrio y según parece muchas otras zonas de Kathmandu son como mercadillos al aire libre (como el Rastro de Madrid o el del pueblo) pero a diario y con un bullicio que no os podeis imaginar.

La mayoría de calles aquí no están asfaltadas, y no digamos de aceras, por lo que tanto los coches, las motos (que hay miles), bicis, carruajes, y demás vehículos de ruedas, se mezclan con los viandantes y demás animales, en pequeñas calles donde a menudo hay obras, así que el más decidido es el que pasa primero 😇. Y como no hay ni semáforos ni señales de tráfico, ni casi pasos de cebra, los nepalies hacen sonar muy pero que muy a menudo el pito de su vehiculo para hacerse oir y evitar que haya «toques» entre ellos, cosa que es de agradecer pero me resulta chocante. También es de comentar que si bien el pito no paran de tocarlo, no he oido ni insultos ni gritos, ni quejas, ni voces subidas de tono, ni malas caras a pesar de la locura de tráfico que tienen, cosa que es digno de admirar.

Tras comprar lo básico en una tienda de al lado del hostal, (sobre todo agua embotellada ya que la del grifo sale marrón) me di una mini vuelta de reconocimiento por el barrio y después entré a cenar al primer restaurante que encontré al salir del hostal. El jak restaurant, que la verdad fue la mejor opción que pude coger ya que nada más sentarme en la mesa y pedir, como el resto de sitios estaban ocupados y en mi mesa había sitio, el camarero dijo a dos chicas, una holandesa y otra de Portugal que se sentaran conmigo. La primera comida en Nepal que pensaba iba a ser aburrida se convirtió en muy agradable ya que me estuvieron hablando de los días que llevaban en Kathmandu y la verdad es que agradecí los consejos y tambien la compañía. Comí un menú nepalí stet vegetariano que era un poco picante pero rico y para beber un te nepalí.

La primera noche es Nepal fue nula, no pegué casi ojo, no me debió sentar muy bien la toma de contacto con la comida y bebida nepalíes. También es cierto que siempre me cuesta la primera noche en cama nueva. Aprovechando el desvelo, me puse a escribir los primeros párrafos  de este blog. Veremos qué tal va la próxima noche.